Unos días buenos en Tucson, donde tuvimos la oportunidad de ver varios ex–acompañantes, conocer guatemaltecos locales y hacer nuevos contactos.
Justo después de llegar fuimos de una vez a una reunión con jóvenes de la Organización Tierra y Libertad. Fue una conversación muy animado con el grupo de estudiantes universitarios, todas y todos líderes de sus comunidades y los primeros con la oportunidad de atender la universidad. Líderes juveniles de Bolivia, Paraguay y Perú hablaron con mucha pasión con Pascual sobre las mismas temas de minería, derechos indígenas y autonomía en sus países de origen. Admiramos la confianza con la cual unos propusieron estrategias de resistencia para Pascual y su grupo en Guatemala. “Estos jóvenes son creativos en su lucha,” dijo Pascual.
Durante cenas de traje, eventos comunitarios e universitarios, pudimos ver amigos viejos del Proyecto de Acompañamiento en Guatemala y el movimiento de solidaridad con Guatemala. Siempre le da una alegría especial a Pascual conocer otros Guatemaltecos en el camino, cuando encuentra otros paisanos como las maestras de Tecpan y Patzun estudiando en Tucson para este año escolar.
El coordinador de Organización Tierra y Libertad nos invitó a cenar en un restaurante Mexicano/Tahono O’odham. Los Tahono O’odham son uno de los tribus indígenas de la región. Allí nos presentaron a Doña Maria, una anciana con una larga vida de ánimo y lucha. El próximo día ella nos invitó a desayunar con su esposo, un gobernador de la nación Tohono O’odham, cuyo territorio ha sido dividido en medio por la frontera estadounidense-mexicano. Luego visitamos la Misión de San Javier, una iglesia en territorio Tohono O’odham, y después un casino Yaqui. “Son las dos cosas que trajeron a nuestra tierra,” nos dijeron, “la iglesia espiritual y la iglesia de capital.”
Hoy temprano llegamos a Los Ángeles y les escribo de la casa de un compañero Q’anjobal de Santa Eulalia en Huehuetenango. Pascual, como se pueden imaginar, está contento estar en esta casa.