HISTORICA CONDENA
POR MASACRE DE LAS DOS ERRES
POR MASACRE DE LAS DOS ERRES
El Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos, CALDH, manifiesta su complacencia ante la reciente condena de cuatro militares responsables de la masacre del Parcelamiento Las Dos Erres, Petén, en diciembre de 1982 en donde fueron asesinadas más de doscientas personas.
La sentencia condenatoria recoge elementos fundamentales para la historia del país, entre ellos: que la masacre fue debidamente planificada como parte de la política contrainsurgente que se implementaba en aquella época y representó un castigo y advertencia a los pobladores por la supuesta colaboración con la guerrilla quedando comprobado en el debate que la población de las Dos Erres se dedicaban a actividades agrícolas, no habiéndose encontrado armas en el lugar.
El tribunal reconoció que las violaciones sexuales cometidas contra mujeres y niñas de la comunidad dejaron en las sobrevivientes graves secuelas psicológicas que hasta la fecha padecen. Cabe resaltar que la condena impuesta a los kaibiles y al teniente fue por cada una de las personas que fueron masacradas en las Dos Erres, con lo que el Tribunal valora la vida de cada una de las víctimas que perecieron en la barbarie.
Expresamos nuestro reconocimiento al Honorable Tribunal Primero de Sentencia Penal de Alto Impacto integrado por las abogadas Patricia Bustamente, Jasmín Barrios y el abogado Pablo Xitemul, quienes han actuado apegado a derecho y respetando la legislación nacional e internacional. Reconocemos también la labor realizada por la Fiscal y los Fiscales del Ministerio Público que tuvieron a su cargo este caso.
Manifestamos nuestra admiración y reconocimiento a las mujeres y hombres familiares y sobrevivientes de la masacre de las Dos Erres, quienes han perseverado para alcanzar justicia, su ejemplo nos anima a continuar en la lucha. Asimismo, a la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Guatemala, FAMDEGUA, quienes han acompañado este caso con una incansable valentía.
Mediante la sentencia dictada, el Sistema de Justicia guatemalteco reconoce la gravedad de la masacre y da una luz de esperanza a las miles de familiares de víctimas y sobrevivientes del conflicto armado interno que aún esperan justicia. Juzgar los hechos del pasado es fundamental para garantizar que NUNCA MÁS se vuelvan a repetir estos crímenes que lastiman la dignidad de la humanidad entera.
CALDH
¡Por el derecho a un País Justo!
Guatemala, 02 de agosto de 2011